Diez mercados por el mundo accesibles con silla de ruedas
Os presento diez mercados accesibles con silla de ruedas repartidos por diferentes lugares del mundo, diferentes civilizaciones que he tenido la suerte de visitar en estos años. Diez lugares que me han permitido conocer de cerca las costumbres de sus habitantes y con los que he disfrutado de la gastronomía más auténtica y me han permitido ser uno más en cada de uno de estos lugares. Todos tienen varios puntos en común, venden productos locales, uno se mueve con facilidad con silla de ruedas, y uno muy especial, si quitamos a la gente que aparece salvo algún caso, podríamos pensar que todo es el mismo mercado. En el fondo no somos tan diferentes unos de otros.
La selección la he realizado por orden alfabético de los países en los que se encuentran.
1.- Mercado Central en San José de Costa Rica (imagen de portada).
San José no es de esas capitales que emocionan al visitarla pero tiene rincones con muchísimo encanto como el Mercado Central, fue declarado Patrimonio Histórico y Cultural. Se fundó en 1880. Ocupa toda una manzana y su interior es lo más parecido a un zoco con pasillos estrechos puestecitos de todo tipo donde los «ticos» realizan su compra diaria. Se accede sin barreras y os recomiendo que os paréis en cualquiera de las sodas (restaurantes muy baratos) donde os podréis comer un casado (plato combinado) o un gallo pinto si es la hora del desayuno.
2.- Mercado de Dubrovnik en Croacia
Desde 1892 este mercado se instala en lo que ahora es el centro histórico de Dubrovnik, una excusa más para visitar esta ciudad amurallada que por algo la llaman la Joya del Adriático a pesar de las ingentes hordas de turistas que escupen diariamente los cruceros que invaden estas hermosas aguas. El mercado se recorre con comodidad en silla de ruedas, ofrece frutas, verduras, miel… todo productos locales que los agricultores traen directamente de los pueblecitos cercanos a Dubrovnik.
3.- Mercado de la isla de Hvar en Croacia
Hvar es una de las islas croatas que no te puedes perder, yo llegué en ferry con el coche de alquiler. Este mercado se encuentra en Jelsa y podrás encontrar todo tipo de productos locales fresquísimos, los olores a naturaleza, a campo, a vida junto con la presencia de los habitantes de la isla que vienen a comprar es una auténtica orgía para los sentidos. Por supuesto, no seáis rácanos y comprad una bolsita de fruta o de algún producto local que son riquísimos. Como veis en la foto se recorre con comodidad con silla de ruedas.
4.- Mercado de Albi en Francia
El mercado de Couvert en Albi es consecuente con el resto de la ciudad, una maravilla arquitectónica. Lo construyó Baltard en 1903 y desde entonces los productores locales venden sus productos entre unas paredes llenas de arte y de historia custodiados por la imponente catedral de Albi. Se accede por una rampa que hay en una de las entradas y cuenta con dos plantas en las que se reparten puestos de todo tipo con restaurantes y tiendas gourmet con un punto común: poner en valor los productos locales.
5.- Mercado de Kavala en Grecia
En el centro de Macedonia se encuentra Kavala con sus espléndidos palmerales frente a la costa y un castillo que domina la parte vieja. Al atardecer entre barcas de pesca y de recreo puedes encontrarte puestos de venta ambulante llena de fruta que te pide a gritos que te la comas. A tenor de la foto cualquier podría pensar que se trata de algún lugar asiático, pero no, es griego. Es Kavala un lugar del que es fácil enamorarse y por el que se puede disfrutar paseando con la silla de ruedas.
6.- Mercado de pescado de Essaouira en Marruecos
El Atlántico marroquí es hermoso como sus ciudades, especialmente Essaouira, una ciudad pesquera que desde hace unos años comparte con la actividad turística. Como en la mayoría de las ciudades marroquíes solo hace falta alejarse un poquito de los zocos turísticos para comenzar a ver otra ciudad, la de los nativos, donde no existe el regateo porque productores y consumidores conocen los precios y se conocen entre sí. El atardecer es el momento en el que las luces, las sombras y el pescado se unen en un contubernio mágico para ofrecer su mejor cara. Pasear entre los puestos de pescado fresco es sencillo, nadie te interrumpe y a nadie molestas es la mejor forma que encuentro de sentirme uno más en un lugar con tanta belleza.
7.- Mercado de Fez en Marruecos
Fez impresiona por su convivencia entre diferentes culturas, la cerámica milenaria o los curtidores de piel. Pero también por el impresionante zoco con innumerables calles laberínticas por las que tuve ocasión de perderme con mi silla de ruedas. Entre tantos puestos, regateos, turistas… encuentras rincones alejados donde la vida diaria fluye con normalidad, donde una madre con su hijo compra huevos en un puesto especializado, sencillo y minimalista como la vida en estas tierras.
8.- Mercado de Marrakech en Marruecos
Marrakech tiene una magia especial: Yamaa El Fna, Patrimonio de la Humanidad, La Madraza de Yusuf y, por supuesto los zocos. Toda la medina de Marrakech se recorre con comodidad en silla de ruedas compartiendo muchas veces el mismo espacio con peatones, coches y motos y un caos organizado. Como siempre si nos alejamos de los zocos turísticos y comenzamos a ver más locales que turistas estamos en el camino adecuado, allá donde la vida cotidiana fluye con tranquilidad, allá donde el regateo desaparece salvo que seas turista. Observar y después comprar o disfrutar de un fantástico kefta.
9.- Mercado de Higüey en República Dominicana
Higüey en República Dominicana se ha convertido en el lugar de residencia de la mayoría de dominicanos que trabajan en los hoteles y resort de Punta Cana. Por eso merece la pena visitar su mercado fácil de recorrer con silla de ruedas pues no hay escalones, entre pasillos estrechos puestos de todo tipo y productos locales tan variados que ni sabrás que existen. Un cóctel sabroso entre frutas caribeñas, olores a especias y la alegría de las dominicanas y dominicanos.
10.- Mercado de Bizerta en Túnez
Bizerta en el norte de Túnez es un paradisiaco y tranquilo pueblecito pesquero donde la vida fluye alejada de las hordas turísticas. Un puerto tranquilo, un rincón increíble donde los niños se bañan y un mercado impresionante con productos locales expuestos como hace 40 o 50 años en España cuando no existían las cámaras frigoríficas. Carnes, frutas y verduras, pescados… Todo accesible y cómodo de recorrer con silla de ruedas.
Más info sobre mi viaje a Costa Rica aquí
Más info sobre mi viaje a Croacia aquí
Más info sobre mi viaje a Francia aquí
Más info sobre mi viaje a Grecia aquí
Más info sobre mi viaje a Marruecos aquí
Más info sobre mi viaje a República Dominicana aquí
Más info sobre mi viaje a Túnez aquí