Un paseo con magia: de Comarruga a Calafell en silla de ruedas

 

Te presento Un paseo con magia: de Comarruga a Calafell en silla de ruedas a lo largo de diferentes playas y paisajes.

Nuestra escapada a Comarruga, en la provincia de Tarragona, ha sido una experiencia llena de mar, accesibilidad y pequeñas sorpresas. Ya os hablamos en otro vídeo del hotel Brisamar Suites, perfectamente ubicado frente al mar, donde decidimos alojarnos. En aquella ocasión, probamos una habitación no adaptada para analizar sus posibilidades, y el vídeo generó mucho interés. En esta nueva entrega, os llevamos de ruta costera sobre ruedas.

Desde el propio hotel comenzamos nuestro recorrido en silla de ruedas en dirección a Calafell. Lo primero que encontramos es la ría termal de Comarruga, donde el agua brota a más de 20 grados durante todo el año. Es un lugar curioso, con vida propia, y se puede disfrutar perfectamente desde el paseo. Seguimos por el puerto náutico y las playas de Comarruga y Sant Salvador, donde se respira calma incluso en temporada alta.

Uno de los puntos más interesantes fue la zona natural de Les Madrigueres. Aunque está en obras de mejora, sorprende lo bien que se mantiene la accesibilidad. Senderos anchos, bien nivelados, y una sensación de estar en plena naturaleza pese a la cercanía del núcleo urbano.

Tras cruzar esta zona llegamos a Calafell, donde conocimos su playa urbana. Aquí la animación aumenta, con más movimiento, más gente, más ambiente. En el trayecto paramos en un par de chiringuitos frente al mar. Todos ellos cuentan con rampas de acceso, aunque ninguno dispone de baño adaptado, algo que sigue siendo una asignatura pendiente incluso en zonas tan turísticas. Aun así, fue un placer tomar algo con vistas al Mediterráneo y sentir esa brisa inconfundible.

El regreso al hotel lo hicimos con calma, disfrutando del atardecer y de la buena compañía. Pero no terminamos ahí. Por la noche, dimos un paseo por los alrededores del hotel, descubriendo el ambiente nocturno de Comarruga. La iluminación suave, el sonido del mar y la tranquilidad del paseo marítimo crean una atmósfera mágica, ideal para terminar el día con una sonrisa.

En resumen, esta escapada ha sido una excelente combinación de accesibilidad, naturaleza, playa y relax. Comarruga y su entorno demuestran que es posible disfrutar de todo eso en silla de ruedas, aunque aún hay margen de mejora en aspectos como los baños adaptados. Seguiremos buscando, explorando y compartiendo.

Hotel que elegimos para esta escapada:

Hotel Brisamar Suites