Mi primera vez en moto de agua: consejos accesibles
Descubre cómo fue mi primera vez en moto de agua: diversión, miedo y consejos accesibles para disfrutar la aventura con seguridad.
Si algo me define como viajero es la pasión por probar experiencias nuevas. Ya me habéis visto en handbike, en moto de nieve y en muchos vehículos de aventura. Pero hoy quiero llevaros atrás en el tiempo, a mi primera vez en moto de agua, una experiencia que todavía recuerdo como si fuera ayer.
En aquel momento, tanto mi esposa como yo decidimos lanzarnos a la aventura sin pensarlo demasiado. Lo que no sabíamos era que el mar ese día estaba muy revuelto y que la situación nos iba a poner a prueba de verdad. El monitor, tras una breve explicación, nos dejó solos sobre la moto de agua. Imaginaos: dos personas con discapacidad, sin experiencia previa en esa actividad, enfrentándonos a las olas. La sensación fue una mezcla de diversión, adrenalina y miedo real.
Hubo momentos en los que pensé que la moto no iba a responder o que las olas nos harían caer. Sin embargo, también recuerdo lo emocionante que fue sentir la velocidad, el viento en la cara y la libertad de deslizarse sobre el mar. Fue una experiencia límite, pero a la vez inolvidable.
De aquella aventura saqué algunos consejos importantes que quiero compartir contigo, sobre todo si tienes discapacidad y estás pensando en probar la moto de agua:
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Pregunta siempre si el estado del mar es adecuado para principiantes.
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Habla con el monitor y asegúrate de que entiende tus necesidades específicas. La comunicación es clave para tu seguridad.
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No te quedes con dudas: pide toda la información posible antes de empezar.
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Y lo más importante: confía en ti mismo, pero reconoce tus límites.
La accesibilidad en deportes náuticos todavía tiene mucho camino por recorrer, pero lo cierto es que con organización, comunicación y algo de valentía, es posible vivir experiencias tan intensas como esta.
Hoy, mirando atrás, sonrío al recordar aquellos momentos de nervios y risas. Esa primera vez en moto de agua no solo me dio una buena dosis de adrenalina, también me enseñó la importancia de prepararse y de hacer visible nuestras necesidades como viajeros con discapacidad.
Y tú, ¿te atreverías a montar en una moto de agua? 🚤
Cuéntamelo en los comentarios y comparte tu experiencia.