Fez y Meknes en Marruecos con silla de ruedas
Visitamos las ciudades de Fez y Meknes en Marruecos con silla de ruedas conociendo las medinas y los zocos de dos ciudades Patrimonio de la Humanidad.
En nuestro tercer viaje a Marruecos visitamos dos ciudades que a su belleza y magia, unen ser Patrimonio Mundial de la Humanidad, nos referimos a Fez y a Meknes, esta última capital berber. Las dos ciudades pude visitarlas con mi silla de ruedas prácticamente sin ayuda por sus medinas y zocos, aunque para ver a los curtidores de piel de Fez, me subieron multitud de escaleras entre dos personas para llegar a una de las balconadas muy turísticas y que permiten ver toda la zona, impregnada de un intenso olor, perfectamente. Gracias a que una de esas personas era el guía (creo que ilegal) no nos pararon en cada una de las plantas que subíamos para comprar, ya que la terraza para ver a los curtidores pasa por varias tiendas en cada una de esas plantas.
Ni el restaurante donde comimos en Fez, ni el riad donde dormimos en Meknes son accesibles, aunque con ayuda de una persona podemos acceder y disfrutar de una buena comida y de un lugar mágico para dormir. El restaurante, en pleno zoco de Fez es el Restaurant Asmae y tiene un par de escalones para acceder y alguno más en el interior. El Riad de Meknes, dentro de la medina es el Riad D’Or. Hasta el patio donde se encuentra la habitación se llega tras pasar por varios escalones (un solo escalón varias veces), a la habitación se accede con otro escalón y al baño con otro escalón para el que nos pusieron una puerta (que tendría un gran valor económico en cualquier mercadillo de segunda mano) por la que subía y bajaba perfectamente con la silla de ruedas. La bañera no es redondeada, sino con ángulos rectos y muy ancha, lo que nos permitió meter una silla y mantenerla segura para ducharnos.
En fin, que como podéis ver en el vídeo de Fez y Meknes, así como en el vídeo general que os adjunto en el 2º párrafo, Marruecos no es muy accesible pero la amabilidad de sus gentes suple muchas veces esa inaccesibilidad.
Mención aparte merecen los curtidores de piel, un trabajo muy duro con productos muy tóxicos que hace que la mayoría de los trabajadores no lleguen a los 50 o 55 años muriendo antes por las secuelas de estos productos y las condiciones de trabajo. En el vídeo veréis unas cubas blancas que es donde sumergen las prendas para quitarles lo que no es piel y que está hecho con excrementos de paloma, orina de vaca y cal, donde están sumergidos medio cuerpo los curtidores y las pieles.El resto de las cubas con diferentes colores son los tintes naturales. Todo el conjunto supone un viaje en el tiempo al pasado muy lejano donde se entremezcla la fascinación por el espectáculo y el agobio por la dureza del trabajo y las consecuencias para los curtidores. El trabajo pasa de padres a hijos.
En este caso no os aseguro la accesibilidad, incluso por los lugares que recorro en el vídeo ya que dependerá de vuestro nivel de movilidad e incluso de la anchura y peso de la silla de ruedas.
Gracias a todos, por acompañarnos en este viaje.