Albi estilo italiano en Francia con silla de ruedas

 

Descubrimos Albi estilo italiano en Francia con silla de ruedas y en coche emocionándonos de la accesibilidad y belleza de esta ciudad francesa.

Albi es una ciudad fascinante y llena de encanto donde el rojo de los ladrillos se refleja en las aguas verde esmeralda del río Tarn.

Jean Jaurès, en un discurso pronunciado en Albi en 1888 dijo: «Con su hermoso cielo, sus casas de ladrillo, sus jardines escalonados y sus maravillosos puentes, con su plaza central expuesta al sol, su imponente catedral y su baldaquino, y los cerros que la limitan al norte y que recuerdan a las colinas del Lacio, podría decirse que se trata de una ciudad italiana, caracterizada especialmente por su culto al arte y una filosofía serena».SITUACION: Dominada por la fantástica silueta de su catedral-fortaleza, «Albi la Roja», construida con ladrillo se extiende a orillas del Tarn que, tranquilo, se acerca donde los últimos contrafuertes del Macizo Central. Acceso por la A-68 desde Toulouse.APARCAMIENTO (Accesibilidad): Hay plazas de aparcamiento a lo largo de toda la ciudad, pudiéndose llegar a excasos metros de la catedral, con numerosas plazas reservadas para personas con capacidades diferentes.CATEDRAL SAINTE-CÉCILE
Accesibilidad:
No asustarse al ver las escaleras en su fachada sur, por la fachada norte, es decir, situados frente a la sur, vamos rodeando la catedral por su lado izquierdo hasta que crucemos un arco y ahíi, y no en otro sitio, tenemos una puerta que nos conduce al interior, una vez dentro no tendremos problema alguno.

LA CATEDRAL: Antes de entrar a la catedral os aconsejo admirarla desde lejos, desde el puente 22 Août o descubrirla desde una de las calles del viejo Albi (como la calle Puech Bérenguîer), con salida a la plaza de Sainte-Cécile.Tras la cruzada contra los albigenses, la autoridad católica debía aparecer totalmente establecida y que mejor manera que una iglesia que simbolizara la grandeza y el poder de Roma. Así se emprende (Bernard de Castanet) en 1.282 la construcción de una catedral concebida como fortaleza y dedicada a Santa Cecilia, mártir romana del s. V. La obra duró dos siglos. El sencillo tejado de tejas que la cubría y descansaba directamente sobre las bóvedas, fue sustituido en 1849 por una hilera de matacanes y un camino de ronda.
No os perdais el Pórtico y baldaquino (es la entrada por la fachada sur), del siglo XV que une el edificio a una antigua torre de defensa. Su decoración, de estilo falmigero, es exuberante pero extremadamente delicada y contrasta con la sobriedad del ladrillo de la fachada. El jubé (es de pago pero las personas con capacidades diferentes y el correspondiente certificado oficial estamos exentos, accedemos por un pequeño escalón) verdadero encaje de piedra de estilo flamígero que se ve realzado por el magnífico conjunto de 200 estatuas policromadas. Conserva su policromía original.
El órgano, el altar mayor, la grán bóveda decorada por artistas italianos con frescos deslumbrantes, o la pintura que decora la pared occidental bajo el órgano, el «Juicio Final» realizada con la técnica del temple.

Os dejo con las fotografías del exterior e interior de la catedral.

La Catedral de Santa Cecilia es la mayor catedral de ladrillo del mundo. Se parece a las iglesias góticas de la región de Toulouse por su forma y la simplicidd de las líneas, pero las supera en tamaño. Mide 113 metros de longitud, 35 metros de anchura y una altura de 40 mts, la torre del campanario se alza imponente hasta los 78 metros de altura. La noche, también en Albi es mágica y transforma la ciudad .

Organo y cuadro del «Juicio Final»

EL MERCADO DE ALBI: En la plaza Laperouse, frente a la fachada este de la catedral, se encuentra el mercado Couvert de Albi, de estilo «Baltard» cuenta con varios puestos en dos alturas, restaurante, y una entrada con rampa por lo que no tendremos problemas para deambular por los puestos tan bien colocaditos que tiene este mercado. Si quereis conocer mejor las costumbres de los albicenses teneis que visitar este mercado, os encantará. Para más info sobre el mercado pinchar aquí.

UN PASEO POR LAS CALLES DEL VIEJO ALBI: Comenzando de la plaza Sainte Cecile no podemos perder por las calles que conforman el viejo Albi, disfrutar con la colegiata San Salvy, los hoteles o casas Reynès, de Rivière.. preciosas casas señoriales engidas durante la próspera época que vivió Albi en los siglos XV y XVI. Pasear por estas callecitas, peatonales, estrechas, con fachadas y ventanas distintas unas de otras, cuidadas y adornadas es un deleite para la vista y para los sentidos.PhotobucketACCESIBILIDAD: Todas las calles son peatonales por lo que no tendremos mayores problemas para deambular.LAS ORILLAS DEL TARN: Podremos descubrir magníficas vistas de la ciudad y las antiguas fortificaciones. El paseo es un momento de tranquilidad, un tanto alejado de los ruidos de la ciudad. Los angituos molinos de ladrillo, magníficamente restaurados, que se encuentran en la orilla derecha del Tarn, albergan hoy en día un hotel. Estos molinos se levantan junto al muelle Botany-Bay, desde donde se goza de una vista extraordinaria del río Tarn, el Pont Vieux y el casco antiguo.ACCESIBILIDAD: No tendremos mayores problemas para hacer este recorrido, aunque las aceras por el puente Viejo son estrechas.EL PUENTE VIEJO
PhotobucketConstruido hacia el año 1040 para uso y disfrute de todos los albigenses, el Puente Viejo favoreció el desarrollo del actual barrio de la Madelaine y los intercambios comerciales. Albi se convirtió en uno de los núcleos del comercio de la región. Fue puente de peaje y estaba dotado de un torre de entrada una capilla central y un puente levadizo en el extremo derecho junto al revellín. Se trata de uno de los puentes abiertos a la circulación más antiguos de Francia y fue declarado Monumento Histórico. Desde este puente os aconsejo que lo recorrais al atardecer.PhotobucketNO OS PODEIS PERDER:– La catedral-fortaleza de Santa Cecilia con su jubé y su órgano.
– Un paseo por las calles del viejo Albi.
– La visita al mercado Couvert.
– Un paseo por los puentes y orillas del Tarn.
– El atardecer desde el puente Viejo.
– Disfrutar de un buen café con unos pastelitos en cualquiera de las terracitas de la plaza de Santa Cecilia, si el tiempo lo permite.
Estareis pensando… y ¿Toulouse -Lautrec? este pintor con una capacidad diferente se merece un post para él solito.