Burela

En Viajeros Sin Límite queremos enseñaros Burela, una bonita y pequeña ciudad de A Mariña Lucense (la costa de la provincia de Lugo), así como dar una amplia visión sobre la localidad en cuanto a accesibilidad se refiere. Por eso en este artículo ofrecemos un paseo por sus playas, por su puerto, por sus iglesias e incluso subiremos a un pequeño monte. ¿Te vienes?

playa portelo

Pese a ser una desconocida si la comparamos con las grandes ciudades del Cantábrico, Burela ofrece unas playas de la mejor calidad: arena fina, agua limpia, puesto de primeros auxilios… Básicamente hay dos opciones: la Praia de Portelo, junto al núcleo urbano; y la Praia da Marosa, un poco alejada pero con olas apropiadas para surfear. Ambas están unidas por un bonito paseo marítimo que da acceso a varias calas y que ofrece buenas vistas de las olas rompiendo con las rocas.

Lo importante es que las dos playas son plenamente accesibles gracias a rampas que permiten el acceso con sillas de ruedas. Además, en la entrada de cada playa hay un baño de madera adaptado para personas con movilidad reducida.

paseo marítimo

Dejando de lado la arena pero siguiendo junto al mar, hay que señalar lo divertida que puede ser una visita al Puerto de Burela. Fue reformado a fines de los años 90 y se puede transitar por él sin problemas para ver el trasiego propio de un puerto tan activo: llegada de barcos, descarga de pescado, lonja…

Hay que destacar el Barco Museo Bonitero Playa del Carmen, un barco pesquero que se ha puesto en valor para enseñar como es la vida en el mar. Lamentablemente no está adaptado y la visita es prácticamente imposible para personas con discapacidad motora: hay que utilizar escaleras, pasillos estrechos…

Entrando ya de lleno en el núcleo urbano, Burela tiene dos iglesias que sobresalen por encima del resto de edificios. La primera es la Iglesia parroquial de Santa María de Burela, que data del siglo XIV y ha sufrido varias reformas. Para acceder a ella hay varios escalones, pero también unas rampas que permiten salvarlos.

iglesia santa maría de burela

En la zona alta de la ciudad está la Iglesia Vila do Medio, cuyo principal activo son las pinturas del siglo XVI que decoran su interior. Es difícil encontrarla abierta: lo mejor es preguntar a la gente del pueblo. Eso sí, para entrar hay que superar tres escalones sin que haya alternativa de librarse de ellos.

Y si subimos mucho más arriba, en el Monte Castelo está la pequeña Capela da Nosa Señora das Marabillas. Es una de las zonas más bonitas del pueblo por las vistas que ofrece de toda la costa desde su mirador. Además, en verano se hace una romería que congrega a cientos de personas. Para subir aquí no queda otra que utilizar el coche y armarse de valor con las cuestas y las curvas.

Desde aquí ponemos punto y final a esta aproximación a Burela. Como ya hemos visto tiene algunas barreras, las cuales hay que tener en cuenta para planificar una visita. Sin embargo, y pese a no ser la ciudad más conocida del litoral gallego, bien merece la pena recorrerla.

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Artículo | Edu & Eri

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