Galicia. De las rias Baixas a las terras altas. Primera parte
Esta es nuestra primera toma de contacto con Galicia y os puedo asegurar que lejos de ser la última, en los próximos años iremos recorriendola poco a poco para profundizar en el conocimiento de esta tierra y de sus gentes que tienen algo especial. Como hay que comenzar por algún sitio, lo haremos con el viaje hasta Vigo.
Descartamos realizarlo con nuestro coche por diferentes circunstancias pero principalmente por vagancia, nos agobiaba realizar el viaje de ida, el de vuelta, más la kilometrada de ruta por Galicia.
Así que nos quedaban dos posibilidades, la primera y más rápida, en avión hasta Vigo con Air Nostrum, osea Iberia, pero la descartamos porque había una posibilidad muchísimo más romántica y que suponía una nueva experiencia..
EL TRENHOTEL de Renfe que sale de Barcelona, para en Zaragoza y finaliza en Vigo.
Si os digo que son 12 horas de trayecto pensareis que estábamos locos, peeero si os digo que vas en tu propia cabina, con tu tv para ver pelis y tu baño con duchita yyyyyyyyyy te dan de cenar de lujo y de desayunar, y que consigues dormir como un lirón y cuando amanece disfrutas de un city tour por diferentes provincias, quizás penseis que la locura es no hacerlo.
En el servicio de ATENDO, de Renfe, si lo solicitas previamente en el teléfono 902 24 05 05, te ayudan a acceder al tren y a llevarte las maletas. Así que, con la ayuda del personal tan amable de ATENDO, a las 23,25 de la noche del Sábado 18 de abril, comenzaba nuestra aventura, accedimos a la cabina de dimensiones justas pero con la silla de ruedas doblada, hubo espacio suficiente para moverme con las muletas.
A continuación pudimos elegir entre un montón de platos de primero, otros tantos de segundo y postres variadísimos, a cual con mejor pinta: Eva se pidió una crema de marisco y una merluza asada, yo opté por un foie de pato con confitura de cebolla y un solomillo de cerdo con manzana asada y tarta de Santiago, todo ello regado con una botellita de Ribera del Duero, unos cafés y, como no había que conducir, unos chupitos de hierbas.
Marchamos para nuestra cabina, convertida en dormitorio por el personal del Tren y nos acostamos con una de las pelis que había para elegir. En algún momento nos dormimos y a la mañana siguiente, al despertar, ya de día descubrimos un paisaje alucinante, disfrutando en el vagón restaurante del suculento desayuno incluido en los billetes.
Una vez convertido nuestro dormitorio en asientos comodísimos y tras leer la prensa que nos regalaron en el restaurante, nos sentamos para disfrutar del paisaje hasta la llegada a Vigo, que se produjo con exquisita puntualidad a las 11,25 de la mañana y ya nos esperaba un chaval amabilísimode ATENDO, para ayudarnos a transportarme en la silla de ruedas y a llevar parte del equipaje para aliviar a Eva, que, tiene amputada su mano izquierda.
Lo contratamos desde el domingo 19 de abril hasta el domingo siguiente 26 de abril, que partiremos de nuevo en el Trenhotel para Zaragoza.
LO QUE NO HAY QUE PERDERSE EN BAIONA:
CONTEMPLAR
Por carreteras serpenteantes y tranquilas vemos los viñedos ara-
Bueno… tanto Albariño, tanta comida…. aún quedó tiempo para hacer alguna paradita más camino de Baiona, y conseguir instantáneas con las Islas Cíes de fondo y con un cielo propicio para la magia y la imaginación. Por supuesto, sin salir del coche.
GRACIAS A TOD@S POR LEERME.