El que a buena ducha se arrima….

Con mucho humor quiero acercar el mundo de los asientos de ducha para personas con «movilidad reducida» y silla de ruedas, a la buena gente que me quiera leer.

Ducharse es algo habitual (o a veces no tanto), sencillo y saludable para casi todo el mundo, descartando a los guarros militantes, lo cierto es que produce una gran satisfacción no solo por higiene sino también para eliminar las cargas y tensiones del día. Sin embargo, para las personas que tenemos la movilidad reducida y/o usamos silla de ruedas, ducharse se convierte a veces en un ejercicio apto para olímpicos e incluso imposible.

Tras kilómetros realizados por muchos lugares de España y por bastantes lugares del mundo donde me he duchado, he creado cuatro grupos según mi experiencia. El orden lo he realizado con la idea de dejar un hueco para la esperanza y un tono positivo y, sobretodo humorístico.

1.- Los Imposibles.

Este tipo de asientos es mejor no probarlos ya que pueden vivirse experiencias cercanas a la muerte e incluso a veces son incompatibles con la vida.

Entre mis imprescindibles:

Asientos tan estrechos que no cabe un fideo y la ducha ni está ni se le espera. Recomiendo llevar una manguera en la maleta para conectarla al grifo del lavabo.

asiento estrecho y sin ducha

Ducha fija, es fantástica para darle a alguien una buena lección, lo sentamos ahí, le quitamos la silla de ruedas y le abrimos los grifos para que vaya graduando el frío o calor mientras le cae el líquido elemento sobre su fatigado y probablemente sudado cuerpo. Dicen que el shock es tan extremo que puedes salir corriendo sin ayudas. Yo no lo he probado porque las cosas no están para «joder el negocio».

ducha fija en pared

La Gachetoducha, o asiento que se encuentra a varios metros de distancia de los grifos y alcachofa. Esta me gusta especialmente porque te obliga a un ejercicio de concentración muy potente para acercar ambos objetos o bien para lanzar nuestros brazos como si fuésemos Mr Fantástico. Por si alguien se atreve, le recomiendo que previamente se someta al ejercicio Vulcano del Kolinahr para eliminar las emociones de nuestro cerebro.

asiento a varios metros de la ducha

2.- Los Olímpicos.

Son aquellos artefactos donde tener una discapacidad significa ser un superhéroe con poderes infinitos y cuyo premio es ascender al Olimpo junto con los grandes Dioses griegos.

Realmente solo me he encontrado un tipo de asiento que cumpla estas condiciones y no fue en España, probablemente porque fue un experimento descartado de algún I+D+I y que rescató algún desaprensivo para venderlo a un montón de hoteles al otro lado del «charco».

asiento de ducha metido en una bañera

En principio es un asiento inocente e inofensivo que podría rozar la comodidad gracias a su amplitud y al sufrido respaldo. Pero su malignidad diabólica se encuentra escondida y florece en el momento que lo colocan en el interior de una bañera con sus curvas y redondeces que hacen que el asiento se desplace como si de una placa tectónica se tratara. Tras un mes de encontrármelos en el 80% de los hoteles llegué a domarlos dejando dos patas dentro de la bañera y dos fuera de ella que son las que daban la estabilidad.

asiento de ducha con dos patas fuera de la bañera como recurso

3.- Los complicados.

Se trata, la mayoría de ellos de asientos sin reposabrazos, demasiado estrechos o con las barras de transferencia que te dan en la espalda obligándote a un ejercicio de cuasi genuflexión realmente peligroso.

collage con asientos de ducha complicados

He de decir que son legión en muchas partes del mundo y como con las hemorroides hay que convivir con ellos en silencio o cantando, que para eso también sirve la ducha.

4.- Los amigables

Llegan a ser aburridos, tan cómodos, útiles y prácticos que mueren de su propio éxito. Tienen un ligero riesgo y es que cuando te los encuentras piensas que estás soñando y empiezas a pellizcarte para ver si es real y llegas a hacerte daño, por lo demás son un ejemplo de hacer las cosas bien desde el punto de vista estético, del sentido común y de todo lo que se os ocurra.

collage con asientos de ducha cómodos

Nota importante: ¡Ojo! cualquiera de estas categorías puede verse afectada por el buen o mal uso que se haga de su contenido y pasar inmediatamente a cualquiera de los otros status o incluso crearse una categoría nueva.

Moraleja: Señoras y señores directores de hoteles supongo que alguien les enseñó el uso de los calzoncillos y de las braguitas, pues que alguien les enseñe el uso adecuado de los asientos de ducha que quizás cuando ustedes sean viejos agradezcan tal sabiduría.

¿Qué experiencias tenéis con asientos de bañera y ducha? ¿Tenéis vuestras categorías y grupos?

2 comentarios en «El que a buena ducha se arrima….»

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  2. es verdad que no hay baño verdaderamente accesible,pero en ocasiones se puede lograr adaptar uno a lo mas cercano a nuestra necesidad,yo uso una silla metalica con un asiento que yo mismo fabrico de tiempo en tiempo con goma forrada de un plastico y cinta plateada de ducto (asi le llaman a la cinta),y aun asi tengo dificultades para accesar al incomodo de mi baño a darme una ducha,ducha que por cierto adapte a la mezcladora de agua usando una regadera para mascotas.

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