Saint Jean Pied de Port

Saint-Jean-Pied-de-Port es un pequeño pueblo galo a tan solo ocho kilómetros de la frontera española por Navarra, ubicación que le convierte en la última etapa del camino de Santiago en suelo francés. Es una localidad muy bonita y merece la pena visitarla se esté peregrinando o no, siendo un complemento idóneo para una excursión por la cercana Roncesvalles.

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Gracias a su condición fronteriza y a que está atravesado por el camino de Santiago se trata de un pueblo tremendamente animado, en el que junto a cafeterías y tiendas de souvenirs se mezclan personas procedentes de cualquier rincón del mundo. Además, la arquitectura que presenta es un ejemplo precioso de lo mejor que puede dar el País Vasco francés.

Para llegar a Saint-Jean-Pied-de-Port lo mejor es utilizar el transporte privado, pues en autobús es prácticamente imposible. En cualquier caso, una vez allí llegar al casco histórico no tiene pérdida ya que está señalizado por doquier.

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Para planificar la visita lo mejor es ir a la oficina de turismo, en la Place du General de Gaulle. Allí nos darán un plano gratuitamente y además nos indicarán todo lo que queramos saber, incluyendo aspectos relacionados con la accesibilidad. Como vamos a ver en los siguientes párrafos no es el pueblo más cómodo para moverse con silla de ruedas, pero con un poco de determinación es posible recorrer esta preciosidad.

Y es que las cuestas son el principal problema de Saint-Jean-Pied-de-Port. Como su propio nombre indica está al pie de las montañas, y su trazado se ha tenido que adaptar a una orografía irregular en la que abundan calles empinadas y muchos desniveles.

La calle principal de la localidad, por la que pasa el camino de Santiago, es la Rue de la Citadelle. Es una vía tan bonita como animada, y que representa lo dicho en el párrafo anterior: no hay escalones, pero si un gran desnivel. En cualquier caso, para llegar a ella tendremos que haber franqueado previamente la solemne Porte de Navarre y haber pasado por la puerta de la Iglesia de Notre-Dame-du-Bout-du-Pont. Para acceder al templo hay que superar tres peldaños.

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Si ascendemos por la Rue de la Citadelle llegaremos, como no podía ser de otro modo, a la Citadelle o Ciudadela, una gran construcción aterrazada que domina la parte alta del núcleo y que ofrece bonitos lugares para pasear, buenas vistas y algún edificio interesante. Aunque el camino más corto a la zona superior requiere superar grandes tramos de escalones dando un rodeo podemos llegar arriba mediante rampas y cuestas.

Otra zona interesante de la localidad es el Barrio de España, en el cual se pueden encontrar más ejemplos de la preciosa arquitectura que ofrece el pueblo. Además, desde allí podemos salir un poco del núcleo urbano e ir a ver el Pont Romain o Puente Romano, que ofrece una instantánea propia de una película romántica. Junto a él podemos disfrutar del agradable sonido del transcurrir del agua.

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Saint-Jean-Pied-de-Port ofrece aún más cosas, pero no os las vamos a desvelar todas sino que os invitamos a descubrirlas por vosotros mismos. Lo que sí esperamos es haberos animado a conocer este pequeño pero precioso pueblo, y demostraros que sus barreras, aunque existentes, no son óbice para que una persona con movilidad reducida haga una visita.

Más información sobre Saint-Jean-Pied-de-Port

Edición | Edu & Eri

Fotografías| Edu & Eri