Al son del indiano
Surfeando por mis fotos de viajes he encontrado uno que realizamos en 2008 (un año antes de descubrir el mundo de los blogs de viaje y crear A salto de mata) y fue a mi territorio fetiche: Asturias con el coche y con Eva. Nos adentramos por el Occidente de esta bella tierra, concretamente a la Comarca Vaqueira de la que hablaremos otro día con más detalle porque hoy quiero quedarme con un restaurante que conocimos con mucho valor añadido y muchas emociones en sus paredes: Al son del indiano, en la bella localidad de Malleza a la que llegaremos por carreteras serpenteantes, árboles que cierran el paso del sol y unas vistas espectaculares.
Malleza, como muchas zonas de Asturias es tierra de indianos, aquellos que se fueron a buscar fortuna a «Las Américas» y volvieron con prestigio, dinero y muchísimas ganas de aportar esa experiencia en su vuelta a casa.
Pasear por Malleza es hacerlo entre historias viajeras, Casas de Indianos y mucho, muchísimo aroma a tierra, montaña, naturaleza y belleza, es decir a Asturias.
A la entrada de Malleza enseguida encontramos una casa con solera, que destaca y se deja ver con su fachada roja chillona y sus aires indianos, estamos en «Al son del indiano«. El interior es acogedor y su puerta marca la línea de tiempo donde realizas un viaje inmediato al pasado, a esa época que muchos cuentan de oídas pero pocos conocen: Los Indianos.
Paulino, descendiente de indianos y también de los fundadores del la casa allá por 1895, es un testigo directo de la vida «indiana», es portador de historias, recuerdos, anécdotas… algunas ciertas, otras maquilladas, y te las cuenta mientras te ofrece un «vermut de estraperlo«.
El restaurante se encuentra en la planta superior a la que se accede por unas generosas escaleras que te llevan al comedor luminoso, a una atalaya desde la que puedes degustar una gastronomía llena de historia y con un presente que reafirma ese pasado no tan lejano mientras disfrutas de la magia de esa nieblina asturiana que permite ver y disfrutar de su naturaleza como si fuera un cristal empañado.
Visité este restaurante cuando usaba las muletas y pude subir las escaleras gracias a la barandilla y acceder a su interior superando un pequeño escalón que es practicable con ayuda si usas silla de ruedas, por lo que podremos disfrutar de las historias de Paulino y de su «vermut de estraperlo».
Si visitas el occidente de Asturias la Comarca Vaqueira y este restaurante con historia son imprescindibles.
Más info: Comarca Vaqueira, Restaurante Al son del indiano.