Laujar de Andarax en La Alpujarra de Almería con silla de ruedas
Descubrimos Laujar de Andarax en La Alpujarra de Almería con silla de ruedas disfrutando de un lugar complicado aunque muy hermoso.
No es la primera vez que visitamos la provincia de Almería y el Cabo de Gata.
Esta vez lo hacemos de vacaciones en el Cabo de Gata y La Alpujarra Almeriense.
Además estas publicaciones que iré realizando cada mes serán con fotografías realizadas con mi smartphone.
Nuestro hotel fue el Barceló Cabo de Gata que ya conocíamos (ver vídeo aquí a partir del minuto 3:05 ) y que se encuentra a las puertas del Parque.
Desde la web del hotel puedes realizar la reserva aunque te recomiendo llamar por teléfono para que aseguren la habitación adaptada.
Desde este hotel accesible y con silla de acceso a la piscina, fuimos realizando rutas por el Cabo de Gata con nuestro coche, híbrido y con etiqueta ECO.
Laujar de Andarax es un pueblecito precioso de La Alpujarra Almeriense, en la montaña.
Lo visitamos la víspera de sus fiestas patronales por lo que estaba todo tuneado para la ocasión.
Aparcamiento y paseo por el pueblo
La primera recomendación es que aparques en la carretera de entrada ya que hay mucho sitio.
Nosotros nos metimos por las calles empinadas y nos dimos cuenta que se iban estrechando (el GPS a veces te complica la vida).
Llegamos a un cuello de botella del que nos costó mucho salir sin rozar el coche y decidimos irnos abajo a la carretera y aparcar.
Lo siguiente a tener en cuenta es que el pueblo crece a lo alto, calles muy empinadas que incluso con el Lomo Litio Eva tuvo que empujarme un poquito en algún pequeño tramo.
Comenzamos por el Ayuntamiento y su plaza Mayor que se encuentran a pie de carretera.
El ayuntamiento se encuentra en un edificio de tres plantas del siglo XVIII y es de estilo neoclásico-populista.
Un rinconcito precioso y acogedor con una fuente chulísima (hay una ruta de las fuentes pero era muy complicada para nosotros).
A partir de aquí todo está en alto.
Jardín Botánico
En el paseo por el pueblo encontramos enseguida el jardín botánico.
Un rinconcito pequeño y acogedor desde el que se tienen unas vistas preciosas de los restos de la alcazaba.
Se encuentra a varias alturas aunque con la silla de ruedas podremos recorrer una buena parte del jardín.
Recorrido por las calles
Lo mejor de Laujar de Andarax se encuentra recorriendo sus calles.
Como os decía existen grandes cuestas.
Podemos llegar a la iglesia parroquial de La Encarnación.
Se encuentra en una de las zonas altas y es Bien de Interés Cultural.
Desconocemos si tiene rampa de acceso ya que se encontraba cerrada.
El esfuerzo compensa disfrutando de las callecitas, las casitas con sus macetas y la gente super simpática.
Centro Hispano-Filipino
En la Calle Granada nº 18 (se llega paseando) Se encuentra el Palacio de Los Moya levantado en el siglo XVIII.
Para acceder hay que avisar y colocan una rampa que nos da acceso al interior y a todas sus dependencias gracias al ascensor.
Tiene varios baños adaptados y los espacios son muy amplios.
Es la sede del Centro Hispano Filipino, de la Biblioteca Municipal y alberga varias exposiciones de personas ilustres nacidas en Laujar de Andaráx.
Aquí descubrimos al artista Gabriel Montes a través de una exposición de alguno de sus cuadros basados en fotografías que realiza el autor y que las somete a diferentes procesos.
Nos gustó tanto que nos encantó una de sus obras, así que contactamos con él ya que no se encontraba en el pueblo.
Nos dijo que al día siguiente iría a las fiestas y que en unos días podríamos recoger el cuadro en su casa.
Gabriel resultó ser una persona amabilísima que nos abrió su casa y nos explicó los detalles del cuadro.
Por ejemplo que lo realizó en 2016 y que había estado expuesto entre otros lugares en Suiza y Ceuta.
Y hasta nuestra adquisición en el Centro Hispano Filipino de Laujar de Andarax.
Además, Gabriel Montes vivió y se crió en el palacio y su familia fue la que los vendió al Ayuntamiento de Laujar de Andarax.
El Palacio nos lo mostró Rosa, responsable de la Biblioteca Municipal que a pesar que se marchaba ya a comer, quiso quedarse para mostrarnos todo con una amabilidad inolvidable.
La Alpujarra Gastrobar
No te vayas sin probar las tapas y gastronomía de Laujar de Andarax.
Nosotros elegimos La Alpujarra Gastrobar que se encuentra en la zona de abajo a pie de carretera y dentro del pueblo.
Se accede al interior sin barreras arquitectónicas, tiene baño muy amplio y una barra de raciones impresionante.
Además, como es costumbre en toda Almería, con cada consumición te ponen una buena tapa, insisto bueeeeena tapa.
Sin darte cuenta, te encuentras que has comido de maravilla y puedes continuar viaje.
Bodega Cortijo El Cura
Preguntamos a Rosa (Bibliotecaria en el Centro Hispano Filipino) por alguna bodega a la que pudiésemos acceder con silla de ruedas.
Antes de despedirnos nos recomendó El Cortijo El Cura, a pocos kms del pueblo.
Mientras comíamos en el bar La Alpujarra Gastrobar llamamos por teléfono a la bodega para concertar una cita y quedamos a las 16 horas.
El Cortijo El Cura se encuentra a 1.000 metros de altura Entre Sierra Nevada y Sierra Gádor.
Llegamos enseguida y aunque no hay zona marcada de aparcamiento no tuvimos ningún problema para aparcar.
Se accede bien a todas las instalaciones pero no tienen baños adaptados.
Nos recibió Justo, propietario de la bodega, una persona amabilísima y que nos contó anécdotas muy interesantes.
La Bodega, además de lo típico (toneles, silos, salas, etc) cuenta con un completo museo de historia, a mi me gusta llamarlo «Museo del Tiempo» donde podemos ver las herramientas que usaban los antepasados.
Recreación de una ermita que existió donde se encuentra la bodega El Cortijo el Cura, de ahí su nombre.
Y recuerdos que a los «viejos del lugar» nos suenan de cuando éramos niños.
Ya en el exterior pudimos visitar una de las zonas de viñedos, todos ecológicos y sin química añadida.
Y con los granos de uva con cascarilla, ¡como debe de ser!
Justo, el propietario, junto con su familia, es una inspiración.
Nos contaba que durante muchos años formó parte de la «legión de plásticos».
Era propietario de varios invernaderos.
Tras años y años comenzó a sentirse mal, muy mal.
Fue al médico y le dejó claro que o dejaba esa vida o esa vida le dejaría a él ya que el uso de productos químicos estaba deteriorando su organismo.
Decidió entonces cambiar de vida y dedicarse al cultivo ecológico del vino.
Creando una bodega con muchísimo valor añadido.
Para finalizar probamos unos vinitos e hicimos algunas compras para traernos a casa.
Podéis comprar on line en su página web.
Otra jornada inolvidable, esta vez, en la Alpujarra Almeriense.
Gracias a todos por acompañarnos.
Más info sobre nuestras vacaciones en la Provincia de Almería:
Carboneras en Cabo de Gata con silla de ruedas.