Ponemos cara al Ictus

cartel anunciador del día mundial del ictus

Como sabéis no es habitual que informemos de temáticas sociales no relacionadas con los viajes porque entendemos que hay entidades, organismos y personas que lo están haciendo muy bien y no es nuestra intención ocupar ese espacio. El pasado 29 de Octubre se celebró el Día Mundial del Ictus y por eso queremos hacer una excepción para daros a conocer el Ictus, gran desconocido y culpable de muchísimas muertes en España y Europa. Eva Montagut nos acerca a este conocimiento y a su prevención.

Os invitamos a sumergiros en la realidad del Ictus, un gran desconocido para nuestra sociedad y, sin embargo, primera causa de muerte en la mujer y la segunda global en España, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). También ostenta el dudoso honor de ser la primera causa de discapacidad en España.
La clave para sortear un Ictus es la prevención: dieta saludable, ejercicio diario, control de el colesterol y, por supuesto, nada de tabaco, alcohol u otras drogas. La supervisión médica es indispensable para vigilar la diabetes y el corazón, con el control de la tensión arterial, especialmente, entre los más mayores.
¿Qué pasa después del Ictus? El tiempo juega en contra y las secuelas pueden llegar a ser irreversibles. Por ello, Sanidad ha implantado el ‘código Ictus’, un protocolo de emergencias que salva muchas vidas, gracias también al papel desempeñado por las unidades de Ictus de los propios hospitales. Según la SEN, sólo el 48 por ciento de las provincias dispone de este tipo de servicio especializado y sólo tres autonomías cuentan con un ratio adecuado de camas. El overbooking del sistema sanitario repercute directamente en los pacientes.
Una vez pasada la fase crítica, el afectado comienza su recuperación, dependiendo de la gravedad de sus secuelas: invalidez, déficit en la comunicación, la memoria, la percepción, problemas de conducta, confusión… Es, a partir de este momento, donde los pacientes se juegan el resto. Sus avances serán directamente proporcionales a su capacidad de superación, al apoyo familiar y del entorno y a los profesionales que le traten: fisioterapeutas, neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales, logopedas…especializados en este ámbito. Los costes de esta rehabilitación varían según las secuelas, pero oscilan entre los 1.500 y 3.000 euros mensuales. Eso, si se pueden asumir. Si no es el caso, la única referencia nacional como centro especializado es el CEADAC. Obviamente, el centro se encuentra saturado y los requisitos para entrar son muy restrictivos. Los afortunados que logran acceso están por un periodo de tiempo concreto y, una vez reciben el alta, tienen que seguir recibiendo rehabilitación.
El objetivo de Familias SOS Ictus es reivindicar más apoyo social, económico y sanitario para rehabilitar y reintegrar a estas personas dependientes, aisladas en su propia minusvalía. Porque la rehabilitación no es un gasto. Es un derecho. Y mediante una rehabilitación intensiva, permanente y continuada, las personas salen adelante. Cada día lo demuestran en las asociaciones dedicadas a este tipo de afectados.

Edición | Eva Montagut (@EvaMontagut)

Fotos | archivo Vsinlimite