Eva practicando esquí adaptado en Cerler

Pocas veces tengo la suerte de ver disfrutar a Eva, mi chica, en actividades de aventura, ya que casi siempre está detrás de las cámaras de vídeo grabando, pero esta vez pudo subirse a un esquí adaptado y disfrutar de una experiencia brutal e inolvidable. Lo que disfrutó os lo podéis imaginar por sus caritas y sobretodo en la parte final de su viaje.

Eva se subió a una silla «tandem» pensada para personas con discapacidades grandes. El monitor va detrás de nosotros sobre los mismo esquís. Es lo más parecido a un trineo pero sin perros. Total seguridad y emociones fuertes aseguradas (o no, dependiendo de lo que le digamos al monitor) ya que el monitor o monitora es persona experta y nos subirá a la pista más elevada. Como veis en el vídeo a Eva le falta la mano izquierda, existen bastones adaptados a personas amputadas pero requieren de cursillo como cualquier persona que esquía por primera vez, como íbamos con poquito tiempo Eva vivió la experiencia cómodamente sentada.

Cerler, en el Pirineo Aragonés ha realizado un gran trabajo en la adaptación de sus instalaciones y accesos tanto a nivel de eliminación de barreras como en implicación y formación del personal de la estación.

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