Ushuaia. Tierra de fuego

Algo más de 3h y ½ separan Buenos Aires de la Isla de Ushuaia.

Ya cuando sobrevolamos el Estrecho de Magallanes nos hacemos una idea de lo que nos espera.

Naturaleza salvaje, auténtica e impresionante, en estado puro.

Un pequeño aeropuerto, acojedor y accesible nos da la bienvenida. Podremos escoger entre un taxi, no accesible para movilidad reducida o, si tenemos cierta movilidad, el bus, sin accesibilidad para personas con discapacidad, al que subiremos (con o sin ayuda) a su interior y, en la bodega del mismo, podrán transportar la silla de ruedas.

primer plano león marino sobre roca, al fondo el canal beagle

Algunos hoteles de Ushuaia son accesibles para personas con algún tipo de minusvalía, pero no exiten indicaciones para personas con problemas de visión o auditivos.

Ashuaia, es la ciudad mas austral del contienente, la que más cerca se encuentra del Polo Sur, y aquí todo es radical, en un mismo día puede llover, nevar, levantarse viento polar o un día soleado.

Estos radicalismos la hacen atractiva y diferente. La ciudad es bastante plana para recorrerla, existen algunas zonas sin asfaltar por lo que si llueve tendremos problemas para manejar la silla de ruedas (en general, todos tendrán problemas), pero merece la pena visitar el Museo de la Carcel del Fin del Mundo, con accesibilidad para sillas de ruedas, o el del Fin del Mundo, igualmente accesible.

Excursiones que podremos disfrutar si vamos con silla de ruedas son:

Excursión al Parque Nacional de Tierra de Fuego. Un autobús no accesible nos hará un recorrido por diferentes partes del Parque, donde, en la mayoría de ellas no se puede bajar del autobús para preservar los bienes naturales.

Podremos pasearnos con el Tren del Fin del Mundo, con un vagón accesible y hacer el recorrido que los presos de la cárcel realizaban.

Desde el tren disfrutaremos de un paisaje de alta montaña, a nivel del mar o de las turbas (formaciones de vegetales y gramíneas acumuladas y comprimidas similares a las arenas movedizas).

atardecer en el canal beagle con rocas, mar y nubes

Continuaremos la excursión en bus, hasta el paseo del mirador, un recorrido de 500 metros a través de plataformas de madera, accesibles, salvo un par de desniveles que nos pueden ayudar y donde disfrutaremos de unos lagos preciosos.

El paseo en catamarán, al que nos ayudarán a acceder, por el Canal Beagle, nos transportará a los tiempos en que Darwin descubrió a los auténticos pobladores de esta tierra, los Yámana, y disfrutremos viendo pingüinos y leones marinos en su propio ambiente.

En el legendario Faro de  Les Eclaireus, el más austral del mundo, giraremos para volver de nuevo, por el canal Beagle y darnos la impresión de ser unos exploradores que se adentran en tierras desconocidas.

El atardecer, en el Canal Beagle, es, sencillamente, inolvidable.

(ver mapa)

Más sobre Ushuaia

Más sobre Miguel Nonay

Artículo | Miguel Nonay