No sin mi maleta

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Cuando viajo a países “complicados” procuro revisar bien la maleta el último día antes de salir hacia el aeropuerto y a partir de ese momento no la dejo descuidada nunca ni permito que la manipulen extraños. Incluso si la deposito durante unas horas en la consigna del hotel, la vuelvo a abrir antes de llegar al aeropuerto para confirmar que no hay nada extraño dentro.

Una vez en la aduana, lo que contenga la maleta es de estricta responsabilidad nuestra. No valen excusas.

Por eso, tampoco debes de aceptar nunca transportar en una aduana equipajes o paquetes de personas que no sean de total confianza. Es preferible ser descortés una vez que exponerte a situaciones complejas que pueden acarrearnos graves consecuencias de futuro.

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Edición: Paco Nadal

Fotografía| Crichol