Museo del Hermitage accesible

colecciones del museo con visitantes en silla de ruedas

Rusia no es, precisamente, un país que se caracterice por ofrecer ciudades que apuesten por la accesibilidad universal. Salvo casos aislados, elementos como una rampa de acceso o un elevador de sillas de ruedas son muy difíciles de encontrar incluso en edificios muy turísticos. Por suerte, una de esas excepciones está representada en uno de los principales atractivos de este enorme país: el Museo del Hermitage, en San Petersburgo.

Este museo, que casi todo el mundo recita de carrerilla en listas de grandes instituciones junto al Louvre, el British o el Prado, es un gran ejemplo de accesibilidad universal, y por eso queremos hablar de él. A lo largo de este artículo os enseñaremos su historia, su colección y su propuesta para convertir este mundo en un lugar en el que los límites los ponga el viajero, no la falta de conciencia.

El Museo del Hermitage está en San Petersburgo, la ciudad más europea de Rusia. Para llegar a ella hay vuelos directos desde España, aunque también es muy típico desplazarse a ella en tren desde Moscú. Para desplazamientos interiores hay autobús, metro y tranvía, pero lamentablemente ninguno de esos medios de transporte cuenta con un mínimo de accesibilidad. Por eso, teniendo en cuenta que es una ciudad enorme, viajeros en sillas de rueda deberían pensar en taxis y vehículos privados.

En cualquier caso, el museo está ubicado en el Palacio de Invierno, uno de los edificios con más historia de todo el país. Fue Catalina la Grande, a mitad del siglo XVIII, cuando decidió empezar a comprar cuadros y objetos artísticos para decorar el enorme palacio. Poco a poco se fueron adquiriendo obras de Rubens, Murillo, van Dyck y otros grandes de la pintura. Aunque con el tiempo su papel como residencia imperial perdió peso en favor de su condición de museo, el palacio fue parte de grandes eventos políticos. El más destacado, sin duda, su asalto durante la revolución de 1917.

uno de los cuadros del museo

Por tanto, llegamos al siglo XXI, y nos encontramos con un auténtico reclamo para los amantes de la historia, el arte, la arquitectura y turistas en general. El Museo del Hermitage es hoy un lugar imprescindible, al que todo el mundo debería ir al menos una vez en la vida, y que sin duda se presta a ello gracias a su gran compromiso con la accesibilidad.

Bien es cierto que las condiciones previas eran buenas, pues los pasillos y las estancias tienen un gran tamaño que no pone ningún problema al tránsito con sillas de ruedas. Sin embargo, el museo también ha puesto mucho de su parte: rampas de acceso, escaleras especiales, servicio de alquiler de silla de ruedas… Hay una sección de accesibilidad en la web del Museo del Hermitage en la que se expone todo esto con mucho detalle. Está en inglés, pero indica con claridad meridiana todo lo necesario para preparar la visita: teléfono de contacto en caso de tener necesidades específicas, lugar de acceso, ubicación de los ascensores…

Por tanto, Van Gogh, Matisse, Gaughin y compañía ya están esperando. El Museo del Hermitage es la joya de una corona hecha ciudad, San Petersburgo, en la que la versión más europea de Rusia ofrece al visitante arte y majestuosidad en cantidades industriales. Y sólo faltas tú, viajero, para visitar un museo plenamente accesible.

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Edición | Edu & Eri

Fotografías | Edu & Eri