Argentina. De la Patagonia a Iguazú. Capitulo 5

Esta vez, sólo con un par de horas de retraso volamos algo más de una hora para el Aeropuerto de Trelew, allí nos espera Rita, la que será nuestra guía en nuestra permanencia en la zona. Casi hacia la media noche nos deja el autobús (nos ayudarán a subir porque no esttá adaptado) en La Hostería Solar de la Costa, en Puerto Madryn, un hotelito, acogedor y familiar, con un buen acceso para discapacitados y una habitación espaciosa que da al paseo marítimo, con su terracita y que cuenta con un baño espacios. Peeero por si no tenemos suficiente, en la misma planta, frente a la habitación a escasos dos metros, tienen un baño adaptado tan grande que parece otra habitación y que en caso de no desenvolvernos bien en nuestro baño, lo tenemos a nuestra entera disposición.

 

 

 

PENINSULA VALDES:

PUERTO PIRAMIDES.- La puerta de entrada a la casa de las BALLENAS FRANCAS AUSTRALES.
La entrada a Península Valdes por el istmo que la une al continente es espectacular, agua a los dos lados, el aire patagónico que no cesa y un tiempo que amenaza lluvia en cualquier momento. En mi mente se cruzan películas y documentales que tienen como protagonistas las ballenas, la ansiedad precede a los nervios…. ¿Podré subir a la embarcación?, ¿Veremos ballenas?, ¿Saldremos a la mar?(nos han dicho que el mar está muy picado y podría suspenderse la navegación)

 

 

 

 
 
Todo se pasa en el momento que te colocan el chaleco salvavidas, dos pruebas superadas, la primera, podré subir, por eso me lo ponen, y la segunda, navegamos. Al barco se accede desde la arena de la playa por unas escaleras, nos tendrán que ayudar y si usamos silla, mejor que nos suban a bordo sin ella y que nos sienten en una de las bancadas de la embarcación.

 

 

 

 
Un tractor empuja el soporte en el que está la embarcación hasta el agua y allí nos sueltan, el mar, picado quiere devolvernos a tierra, los pasajeros espectantes, las olas chocan contra el casco del barco, parecemos una cajita de cerillas flotando……. ¿Dónde están las ballenas?

 

 

 

 
 
Tras una corta espera que se hace interminable, nos regalan con un salto tras otro, las cámaras de fotos y de vídeo disparan por doquier, yo, durante unos momentos (no sé cuantos) me quedo mirándolas, no puedo creerlo, estoy con las ballenas.

 

 

 

 

Nos cuentan que suelen realizar varios saltos, como si quisieran saludarnos, como si quisieran contactar con nosotros. El barco se mueve mucho y hay mucho revuelo entre la gente, así que bien sujetitos a disfrutar y si podemos a tirar fotos.

 

 
Dicen que la mar picada las anima, nuestro ejemplar nos pasó por debajo del barco… el silencio fue absoluto, peeero, lo hacen siempre y nunca ha ocurrido nada.

 

Unas cuantas lágrimas de emoción más tarde, volvimos a tierra, empapados pero con la alegría ni nos enteramos.

Deciros que es necesario que pongamos mucho de nuestra parte para realizar esta excursión, a mi me ayudo muchísimo Rita, nuestra guía y a Gustabo, el conductordel autobús,así que ala, a no perdérsela.

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PENÍNSULA VALDES: RESERVA NATURAL CALETA VALDES.
 

 
 
Por caminos de rípios (cantos rodados) y en el bus accedemos a la Reserva Natural Caleta Valdés donde podemos contemplar elefantes marinos, gran cantidad de aves yy orcas, que, lamentablemente no pude fotografiar pero sí contemplar con prismáticos. (pinchad el enlace de arriba).

 

 

 

 
El acceso sin ayuda es muy complicado,con ayuda de una persona y a ratos de dos para tirar de la silla, se puede hacer hasta un mirador que hay y que me permitió realizar todas las fotos que veis aquí con los elefantes marinos. El acceso al restaurante y baños está en buenas condiciones.

 

 

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A la tarde y por un largo camino de rípios llegamos al Centro de Interpretación de Península Valdés, bien adaptado y muy ilustrativo de lo que representa la zona, las especies que habitan y los esfuerzos de conservación. !Ah¡ tienen máquina de bebidas y de café.

 

 

 
 
Por supuesto nos dió tiempo para saborear la rica gastronomía de la zona, basada en el pescado y el marisco. Por recomendación de Rita, nuestra guía, optamos por el Restaurante Mariscos del Atlántico, no está adaptado y hay un largo tramo de escaleras con barandilla, peeero, !por dios¡ que os suban, que cocinas genial.Ellos pescan de forma artesana los productos que cocinan, precio por persona aproximado 20 euros/persona.

 

PUNTA TOMBO: SIENTETE UN PINGUINO DE MAGALLANES.

 

 

El camino se realiza por una parte de la N-3, siiii, siiiii, aquella que en el capítulos 3º aparaecía en un cartelito y que venia desde nace en Alaska, bueeeno, pués por esa que atraviesa Argentina de Norte a Sur, luego nos desviamos por caminos de rípio (que ya sabreis que son caminos de cantos rodados, peor que los caminos forestales) y, por el camino pudimos ver, con la ayuda de "chiquito", el conductor de casi 2 metros de altura, maras desde el autobús, que, una vez más recuerdo que no están adaptados, como la mayoría de España, así que accederemos a él, como lo hacemos en España, ayuda de terceros y algo de voluntad.
El paisaje patagónico, tiene mucho que ver con el paisaje aragonés de los monegros en lo referente a aridez y temperaturas extremas, peeeeero elevado a la enésima potencia en el caso de la Patagonia. Gracias a "Chiquito" también desde el bus pudimos ver corretear a los ñandúes, parecido a las avestruces (pinchad el enlace sobre la palabra ñandúes subrayada y, por norma hacerlo en todas las subrayadas aunque no lo diga)

 

 

En Punta Tombo, y gracias a "Chiquito" y a Rita, pude recorrer un gran tramo del sendero que te hace ser un pingüino más ( a veeeer, no es que te maquillen de pinguinnn, noooo, lo que pasa que a veces llegas a tropezar con ellos pués no existe barrera, ni vallas, ni nada de nada) y conseguir instantáneas como la de arriba. Aunque os aconsejo pinchar en el enlace que amplía la información de estos preciosos animales, deciros que esta especie son los dos miembros de la pareja los que se turnan para empollar los 2 huevos que suelen poner.
 
 
Los Guanacos, comparten espacio con los pingüinos de magallanes.
Por el camino que recorrí y que es lo suficientemente llano para hacerlo de forma autónoma, pueden verse estampas como éstas.
 
 
 
O estas otras. En esta Reserva Natural, los pingüinos se alejan múcho del mar hacia tierra para la gestación de los huevos.
La zona de restauración y baños se encuentra perfectamente adaptada. Se trata de un buffet libre muy bien de precio y con productos variados y bien cocinados

 

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GAIMAN, EL POBLADO GALES EN LOS MARES DEL SUR

 

 
 
Gaiman es un pueblecito galés en plena Patagonia argentina, si pinchais en el enlace sabréis su historia.
Aquí a la izquierda podéis ver a "Chiquito" y a Rita ayudándome a salir de la Casa de Te Galés en la que pudimos tomarnos un "tecito" con unas pastas riquíiiiiisimas.
 
 
 
Perderse por las calles de este pueblecito y disfrutar de un Té en una de las Casas de Té de Gaiman es un placer relajante que te prepara para ir hacia el aeropuerto yyyyy pensar que cualquier cosa te puede ocurrir.

 

 
 
Como por ejemplo ir bien provistos de viandas para el supuesto de que el vuelo se retrase, como así ocurrió, ya veis al grupo "dándole" a los embutidos y otros menesteres y al escritor de esta hitoria, en plena crisis etílica.

Hasta aquí la aventura en Península Valdés, donde he visto paisajes increibles, casi he podido tocar anímales que sólo conocía por la tv y los libros, y he conocido a gente increible como "Chiquito" con sus dos metros de bondad y Rita, nuestra guía, menudita, pero con una concentración de profesionalidad, simpatía y buen hacer, que la hace grande por sí misma, Sin ellos y sin mis "compis" del grupo, esto no hubiera sido igual.

Agradecer a Fernando, a Nohemí y a Belén algunas de sus fotografías que forman parte de este Episodio.
 

Gracias a Tod@s por leerme.