El Balcón del Atlántico

Cuando Miguel me comentó la idea de colaborar con un artículo para Viajeros Sin Límite, no tuve ninguna duda acerca del destino. Qué mejor forma de conocer un lugar que a través de sus olores, sus sabores, sus sonidos. La Coruña huele a mar, sabe a sal y suena a gaviotas al amanecer. Se pinta de rosa y magenta cuando empieza a caer la tarde, hasta que el azul del cielo se va fundiendo con el horizonte a medida que el sol desaparece tras el inmenso océano. Nada como nacer, crecer y marcharse para volver un día y verla de nuevo, tras haber recorrido el mundo, y darse cuenta de que el tesoro más preciado se escondía en ella.

viñeta recorrido

Recuerdo con gran nostalgia y cariño –y es que si algo nos caracteriza a los gallegos es nuestra siempre eterna morriña, ya estemos a 5 kilómetros o a 5.000 de nuestra querida tierra- cuál fue probablemente el primer nombre de un destino que pronuncié en mi vida. Debía de tener alrededor de los dos años y fue, precisamente, el de la que ha sido recientemente proclamada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que marca el inicio de nuestra ruta de hoy: la Torre de Hércules.

Torre de Hércules: el faro de la humanidad
Nuestro paseo por La Coruña, balcón privilegiado del océano Atlántico, comienza por el que es hoy el faro romano más antiguo del mundo en funcionamiento: la Torre de Hércules. Situado en el primer tramo del Paseo Marítimo coruñés, las instalaciones de este símbolo por excelencia de la conocida como Ciudad de Cristal (por sus galerías de la Marina mirando hacia el puerto) son accesibles hasta la zona del museo, donde se conservan los restos de los cimientos de la torre y la rampa de acceso al monumento, que conduce también a varias rutas alternativas de senderismo desde las cuales se puede disfrutar de unas espectaculares vistas del Atlántico y varios dólmenes que recuerdan la no tan lejana y triste tragedia del Prestige.

Accesibilidad: todo el área de la Torre de Hércules es accesible hasta la zona del museo, pero las escaleras del faro no permiten llegar hasta arriba ya que se conservan como en su origen. Teléfono de utilidad: 981 223 730.

torre de hércules

La Casa de los Peces: sumergiéndonos en el Altlántico
Unos dos kilómetros de paseo, cuyo tramo también cubre el tranvía, nos transportan hasta la Casa de los Peces o Aquarium Finisterrae, en cuyo restaurante Finisterrae del célebre cocinero coruñés Pablo Gallego se pueden degustar los pescados frescos del día o unas exquisitas zamburiñas aderezadas por el albariño “del país”, a buen precio y con vistas inmejorables desde las mesas más próximas a la ventana, aunque el día sea gris. Y es que, si alguien sabe poner al buen tiempo buena cara, ese es el pueblo gallego. Después de comer se puede hacer una incursión en el Nautilus, un espacio de observación submarina que nos hará sentir como auténticos capitanes Nemo recordando a Julio Verne en sus 20.000 leguas de viaje submarino.

Accesibilidad: todo el museo del Aquarium Finisterrae es perfectamente accesible, incluidas las áreas del Nautilus y el restaurante Finisterrae. Teléfono de contacto: 981 189 842.

la coruña

Playa Club: café y puesta de sol sobre el océano
Tras un agradable paseo por las playas de Riazor y del Orzán, nos pararemos a tomar café en el ya mítico Playa Club, una cafetería-restaurante a orillas del Paseo Marítimo desde donde se pueden contemplar unas bonitas puestas de sol durante los meses de verano. Y ya para los más atrevidos, el paseo continúa hasta el obelisco del Millenium, erigido por el anterior alcalde de La Coruña Paco Vázquez en homenaje al cambio de siglo y enfrente del cual se encuentra un ascensor panorámico que sube hasta el Monte de San Pedro. Y ya el final del paseo llega hasta la Ventana del Atlántico en la zona de O Portiño, un magnífico dolmen con cuya vista os dejamos para que contempléis una de las más mágicos crepúsculos de los que, después de muchos años, países y lugares recorridos, no me canso de disfrutar una y otra vez cada vez que vuelvo a mi hogar.

Accesibilidad: el café Playa Club es accesible, así como el ascensor de subida al monte de San Pedro y el complejo hostelero que se encuentra en la parte de arriba. Teléfono de contacto: 981 250 063.

playa

Consejo: si vas a viajar en avión, intenta ponerte en la ventana de la derecha mirando hacia la cabina del piloto. El aterrizaje en la Ciudad de Cristal es, si hay suerte y el día está despejado, una de esas imágenes que se quedarán grabadas en tu retina durante mucho tiempo.

Dedicado a Miguel, todo un viajero sin límite.

Más información sobre La Coruña

Edición| Doris Casares

Fotografías| Carmen Martínez

Ilustración| Linda Casares

5 comentarios en «El Balcón del Atlántico»

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