Mochileros sin límite

mensaje en un hostel de algún lugar del mundo

Hoy nos escribe un viajero en el sentido más auténtico que la palabra pueda tener, una persona que transmite energía, pasión, emociones y experiencias como pocos son capaces de hacerlo. Es Iván Marcos, colaborador de Viajeros sin límite y un lujo poder tenerle con nosotros.

Hace unos días me emocioné al conocer la increíble historia de un gran viajero independiente  inglés. Se trata de Tony Giles y  ha viajado por infinidad de lugares de todos los continentes del Planeta. Los dos hemos nacido en el año 1978  y  los dos compartimos una misma pasión: los viajes. La mochila nos ha acompañado durante infinidad de viajes, y nuestros sueños se proyectan con unas ganas enormes por seguir conociendo mundo. Tanto para Tony como para el que esto escribe el viaje se convierte en una escuela de la vida llena de  aprendizajes,  lugares,  gentes y culturas.

El bueno de Tony es un mochilero especial, es una persona ciega y tiene importantes problemas de sordera. Tras leer su blog pude intuir parte de lo que cuenta el libro sobre sus viajes,  durante un par de horas pasaba las páginas maravillado ante su pasión descomunal  por el viaje y la vida.

En esos momentos y  de forma intuitiva me llegaron recuerdos de mi viaje vuelta al mundo. Recordé  sin quererlo aquellos meses de viaje  y aparecieron los rostros de  otros grandes viajeros que  tuve la suerte de conocer. Las mismas ganas por ver mundo, mochilas desgastadas  y una enorme pasión por viajar, conocer, sentir  y vivir. Viajaban como los demás, con sus mochilas al hombro en  buses y trenes,  intercambiamos comentarios sobre viajes pasados o proyectábamos sueños de viajes futuros. Sonrisas iban y venían en almuerzos y cenas, todos apuntamos ideas  en  notas a pie de página de libretas desgastadas y de mapas rotos por el uso.

La única diferencia era que ellos tenían una fuerza y vigor especial, eran viajeros con  alguna discapacidad. Recordé en esos momentos encuentros, conversaciones y momentos que tuve durante esos increíbles 15 meses de viaje . Fue así como vinieron a mi memoria los rostros de algunos viajeros , como  el   de aquella  joven pareja sueca ,  eran  dos  sordomudos con mochilas negociando  como cualquier otro viajero un precio razonable con conductores de ricksaws, y todo eso  en el caos de  India. Luego me teletransporté a Nepal y fue imposible no recordar a un francés que viajaba con una pierna de titanio y que hacía trekkings con una soltura que ninguno de nosotros tenía. Sus vidas, sus formas de ser y  de  viajar me  inspiraban e  hicieron pensar como muchas veces tanto  las barreras como los límites nos los ponemos nosotros mismos.

Ellos tienen un merito especial , pero al final uno se da cuenta que  tanto la forma de viajar de aquella pareja sueca como la  del viajero francés se asemejan a la que yo tengo desde siempre. Nuestra forma de ser y de viajar es con  una mochila cargada de sueños, en nuestro caso las maletas no forman parte de nuestro vocabulario. Ellos viajaban durante varios meses y como otros viajeros no se quedaban en hoteles, sus alojamientos eran agradables pero  humildes hostels, hay que decir que esa palabra inglesa proyecta algo más que los simple albergues donde dormir. Son casi siempre algo más que un simple lugar para pasar la noche , son espacios creativos, llenos de vida y que sirven como cruce de caminos a un perfil de viajero independiente y aventurero. Y es que esos mochileros  siguen optando por una forma de viajar  que ayuda  a sentirse más  libre y ligero.

Es en esos hostels donde tuve mi hogar durante tan largo viaje, eran alojamientos perfectamente accesibles como el Hostel de Sydney enAustralia y el de  Wellington en Nueva Zelanda. Fue allí donde pude compartir de nuevo cenas y risas con otros viajeros, algunos de ellos  tenían alguna discapacidad pero seguían viajando y nos hablaban de sus experiencias por Asia.  En aquellos momentos tanto el  viaje como  el ambiente especial  unía a viajeros de medio mundo que compartían sus experiencias y pasiones.  Todos con mochilas  cargadas de sueños como los que Tony proyecta en su blog y en su propia vida, todos con sueños de seguir conociendo, aprendiendo y viajando. Cada vez que entro en uno de esos hostels siento algo especial,  pienso en aquella pareja sueca y en aquel viajero francés y me  pregunto qué sueños de viaje cruzan ahora por  sus mentes.

Y es entonces cuando miro mi vieja mochila y me veo sonriendo con  la bola del mundo en una esquina de mi habitación. En esos momentos pienso en  Tony y en todos esos viajeros sin límite que en sus casas señalan un lugar diciendo : Ese es el próximo viaje, esa es  mi siguiente aventura…..

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Edición | Iván Marcos (@ivanmarcos)

Fotos | Iván Marcos